Sara Beatriz
Guardia.
Mujeres peruanas. El otro lado de la
Historia.
Lima: 2021. Sexta Edición.
Índice
I La mujer en las culturas del Antiguo Perú
¿Débiles e indefensas desde siempre?
La
mujer en las culturas
preincaicas
Cultura Chavín
La Dama de
Pacopampa
Cultura Paracas
La Venus de Frías
En las Tumbas Reales
La señora de Cao
La sacerdotisa de San José de Moro
La Venus de Nazca
Cultura Tiahuanaco
Imperio Wari
Sacerdotisa de Chornancap
Estados Regionales
Culturas Chancay, Chincha, Chachapoyas
II La mujer en el Imperio de los Incas
Imperio Twantinsuyo 1400 - 1530
Mama Wako: hermosísima y deshonesta.
La mujer en el Imperio de los Incas
La
Coya, reina hija de la Luna
Señoras iñaca, Ñustas, Pallas
Acllas. Tejedoras del Imperio
Las mujeres y
vida cotidiana
La tierra, madre universal
Valor simbólico y
ritual de los alimentos
Engendrado por el Sol y una mujer salvaje
III
La conquista: ¿Un drama solo de hombres?
A la puerta del laberinto. Han llegado hombres barbudos en
casas por el mar
La violencia,
factor sustancial e intrínseco de la conquista
Señor Manco Inca:
si ella es para mí, déseme luego, porque ya no lo puedo sufrir
La conversión de
los infieles
Los Incas de
Vilcabamba
IV
Mujeres de la elite incaica en el drama de la Conquista
De Quispe Sisa a Inés Huaylas.
Mujeres de la elite incaica.
Francisca
Pizarro, la primera mestiza de la elite incaica.
España como
destino.
El otro viaje.
V
Vírgenes, Coyas, Mujeres. Garcilaso de la Vega
Hijo de dos mundos
Los
Comentarios reales,
entrar al laberinto
Mujeres, Vírgenes, Diosas
Garcilaso ante la madre ausente y el hijo relegado
VI
Mujer: Sociedad y cultura en el Virreinato
La casa o el
convento
Escritoras, conventos y beaterios
Iluminadas y herejes
La familia colonial
VII Sublevaciones y resistencia
Un sistema de explotación.
Sublevaciones y
resistencia
VIII La Rebelión de Túpac Amaru y Micaela Bastidas. Cacicas y
caudillas
La insurrección de 1780
Micaela Bastidas.
Señora gobernadora
Cartas de amor y guerra
Marcha al Cusco.
La batalla final
Juzgados y sentenciados
La ejecución
Cacicas y caudillas
La caravana de la muerte.
Heroico sacrificio de la Mujer Peruana
Fernando Tupac Amaru
Juan Bautista Tupac Amaru
IX El pensamiento ilustrado
Despertar de la vida intelectual en la segunda mitad del siglo XVIII.
X La República
El Perú es libre e independiente
Las mujeres de la
Independencia
Heroínas de América Latina
Reconocimiento a las mujeres
XI Transgresoras
y perseguidas
Francisca Zubiaga. La Mariscala
Dominga Gutiérrez
de Cossío. Una monja en la naciente República del Perú.
Ha llegado una francesa. Flora Tristán en Arequipa.
Dominga Gutiérrez y Flora Tristán conversan
Francisca
Zubiaga y Flora Tristán se encuentran en el Callao
XII La Educación. Una difícil conquista
Escuelas para las mujeres
XIII Las ilustradas de la República
La construcción
de la escritura femenina del siglo XIX
En nombre del
desvalido y excluido por el poder
La mujer
escritora
XIV Las mujeres en
las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma
La imagen de las mujeres en las
Tradiciones Peruanas
La educación de las mujeres
Monjas, santas y monasterios
Virreina del Perú. Doña Francisca. Manuela Sáenz
Condición de la mujer en la familia
Condición jurídica de la mujer
XV Manuel Gonzáles
Prada. Salvar a las mujeres
Un Estado democrático y moderno
Salvar a las mujeres
Las esclavas de
la iglesia
Las emancipadas
de González Prada
Yo camino bajo un cielo
XVI Las mujeres en la Guerra del Pacífico
Antonia Moreno de Cáceres
Las rabonas
Tacna. Resistencia heroica
XVII Reivindicaciones del siglo XX
Las mujeres se organizan.
Dora Mayer
María Jesús Alvarado Rivera
Zoila Aurora Cáceres Moreno
Miguelina Acosta Cárdenas
XVIII José Carlos Mariátegui. Una visión de género
La Edad de piedra
Cartas a Ruth
El affaire Norka Rouskaya
La vida que me diste
XIX Las mujeres de la Revista Amauta
Revista Amauta
La
escritura femenina.
Transgrediendo el monólogo masculino
Poesía, literatura y arte
Una nueva patria
Otros escritos
Artículos
escritos por mujeres
publicados en la revista Amauta
XX Entrevista a Magda Portal y
Ángela Ramos
Entrevista a Magda Portal. La poesía combativa.
Entrevista a Ángela Ramos.
Volviendo a darle a vida a todos esos rostros inolvidables.
XXI Cambiar los paradigmas
Ciudadanía y
Sufragio
Movimiento Femenino
XXII Democracia.
También para las mujeres
Antecedentes
Democracia en el Perú
XXIII Historia de las mujeres
Historia de las mujeres
Un derecho conquistado
Historia de las mujeres en el Perú
Bibliografía
Sara Beatriz
Guardia.
Mujeres peruanas. El otro lado de la
Historia.
Índice
I La mujer en las culturas del Antiguo Perú
¿Débiles e indefensas desde siempre?
La
mujer en las culturas
preincaicas
Cultura Chavín
La Dama de
Pacopampa
Cultura Paracas
La Venus de Frías
En las Tumbas Reales
La señora de Cao
La sacerdotisa de San José de Moro
La Venus de Nazca
Cultura Tiahuanaco
Imperio Wari
Sacerdotisa de Chornancap
Estados Regionales
Culturas Chancay, Chincha, Chachapoyas
II La mujer en el Imperio de los Incas
Imperio Twantinsuyo 1400 - 1530
Mama Wako: hermosísima y deshonesta.
La mujer en el Imperio de los Incas
La
Coya, reina hija de la Luna
Señoras iñaca, Ñustas, Pallas
Acllas. Tejedoras del Imperio
Las mujeres y
vida cotidiana
La tierra, madre universal
Valor simbólico y
ritual de los alimentos
Engendrado por el Sol y una mujer salvaje
III
La conquista: ¿Un drama solo de hombres?
A la puerta del laberinto. Han llegado hombres barbudos en
casas por el mar
La violencia,
factor sustancial e intrínseco de la conquista
Señor Manco Inca:
si ella es para mí, déseme luego, porque ya no lo puedo sufrir
La conversión de
los infieles
Los Incas de
Vilcabamba
IV
Mujeres de la elite incaica
De Quispe Sisa a Inés Huaylas.
Francisca
Pizarro, la primera mestiza de la elite incaica.
España como
destino.
El otro viaje.
V
Vírgenes, Coyas, Mujeres. Garcilaso de la Vega
Hijo de dos mundos
Comentarios reales
Otredad femenina
Rituales y deidades femeninas
Vírgenes y acllas
Matrimonio y sucesión
Educación y crianza de los hijos
Garcilaso ante la madre ausente y el hijo relegado
VI
Mujer: Sociedad y cultura en el Virreinato
La casa o el
convento
¿Una educación
para las mujeres?
Iluminadas y herejes
La familia colonial
VII Sublevaciones y resistencia
Un sistema de explotación. Los tributos, la mita, los obrajes, los
repartimientos
Sublevaciones y
resistencia
Túpac Amaru. La gran rebelión
La
Rebelión
VIII Micaela Bastidas y la insurrección de 1780. Cacicas y
caudillas
Micaela Bastidas
Cartas de amor y guerra
Marcha al Cusco
Un proceso sin justicia
La sentencia
Micaela Bastidas fue ejecutada el 18 de mayo de 1781
Cacicas y caudillas
Todos los pueblos gozan de tranquilidad
Que no quede mala semilla de esa infame generación
IX El pensamiento ilustrado
Despertar de la vida intelectual en la segunda mitad del siglo XVIII
X La República
El Perú desde este momento es libre e independiente
Las mujeres de la
Independencia
Heroínas peruanas y de América Latina
Manuela Sáenz
XI Transgresoras
y perseguidas
Francisca Zubiaga. La Mariscala
Dominga Gutiérrez. La monja que se fugó del convento
Flora Tristán. El feminismo
Flora Tristán y Francisca Zubiaga se encuentran en el Callao
Después del encuentro
XII La Educación. Una difícil conquista
Escuelas para las mujeres
Las
reivindicaciones
XIII Las ilustradas de la República
La construcción
de la escritura femenina del siglo XIX
En nombre del
desvalido y excluido por el poder
La mujer
escritora
XIV Manuel Gonzáles
Prada. Salvar a las mujeres
Un Estado democrático y moderno
Salvar a las mujeres
Las esclavas de
la iglesia
Las emancipadas
de González Prada
Yo camino bajo un cielo
XV Las mujeres en la Guerra del Pacífico
Antonia Moreno de Cáceres
Las rabonas
Tacna. Resistencia heroica
XVI Reivindicaciones del siglo XX
Las mujeres se sindicalizan
La vertiente feminista
XVII José Carlos Mariátegui. Una visión de género
La visión femenina en la Edad de piedra
Cartas a Ruth
El affaire Norka Rouskaya
Gloria María
La vida que me diste
XVIII Las mujeres de la Revista Amauta
Derechos políticos y sociales de las mujeres
Revista Amauta
Una escritura femenina.
Transgrediendo el monólogo masculino
Poesía, literatura y arte
Una nueva patria
Otros escritos
Anexo 1. Relación de artículos de autoría femenina en Amauta
XIX Entrevista a Ángela Ramos y Magda Portal
Entrevista a Ángela Ramos
Entrevista a Magda Portal
XX Cambiar los paradigmas
Ciudadanía y
Sufragio
La lucha por la
igualdad de derechos en el Perú
Movimiento Femenino
XXI Democracia.
También para las mujeres
Antecedentes
Democracia en el Perú
XXII Historia de las mujeres
Mujeres como sujetos históricos. Un derecho conquistado
¿Puede hablar el subalterno?
__________
Reseñas
Edda O. Samudio A.
Profesora Titular e Investigadora Emérita de la Universidad de Los
Andes,
Mérida, Venezuela.
La quinta y lucida edición de la obra Mujeres peruanas. El otro
lado de la historia de Sara Beatriz Guardia se enmarca en ese
nueva forma de trabajar la historia, la acreditada nueva historia,
que emerge en la escuela los Annales, con uno de sus más destacados
representantes: Fernando Braudel, quien nació en los albores del
siglo pasado. Este historiador francés, el más acreditado en los
escenarios académicos del siglo XX, se aparta de esa historia
tradicional, fragmentada, parcelada que calificó, “ …de corto
aliento”, para crear una nueva temporalidad fundamentada en la
estructura, noción
que cimentó la larga duración
braudeliana.
De esa manera, Sara Beatriz Guardia, continuando esa línea distinta
a la historia tradicional, con el novedoso estudio de la historia de
las mujeres desde la perspectiva femenina, concreta en 22 capítulos,
el estudio de ese otro lado de la historia, que hilvana
cuidadosamente en el plano temporal de larga duración. La autora en
su recorrido histórico escudriña fuentes fundamentales para develar
esa historia del Perú, en la que las mujeres
dejan de estar ocultas, ignoradas o “invisibilizadas”, haciéndolas
protagonistas sociales e históricas. Así, en forma diáfana, analiza
el papel que tuvo
ese otro lado, en el
contexto de las diversas estructuras económica, social y
política peruana,
logrando con el
protagonismo que tuvo en la sociedad de cada momento,
perpetuar la
trascendencia histórica de las mujeres peruanas.
La autora de Mujeres peruanas. El otro lado de la historia,
estudia en un largo espacio de tiempo la condición de la mujer en
las culturas preincaicas a través de los significativos hallazgos
arqueológicos de mujeres sacerdotisas, y aquellas que tuvieron un
gran poder; para ello, acoge la cronología de la civilización andina
del reconocido arqueólogo peruano, Luis Guillermo Lumbreras. El
capítulo siguiente lo dedica al examen metódico sobre los roles y el
lugar de las mujeres en la sociedad jerarquizada que tipificó el
vasto Imperio de los Incas o Tawantinsuyo, a su quehacer cotidiano
que la autora logra con base a los novedosos conocimientos de los
bien logrados estudios arqueológicos, en los relatos de los
cronistas españoles e indígenas, y en los valiosos aportes que le
proporcionaron los trabajos de Etnohistoria andina, de Antropología
Histórica o Cultural de la región.
Los siete capítulos siguientes, desde el III hasta el IX, los centra
Sara Beatriz Guardia en el análisis sistemático de la información
que ofrecen las fuentes documentales y bibliohemerográficas de la
conquista, etapa que se inició con la llegada de Francisco Pizarro a
Tumbes, en 1532, y del resto del periodo de dominación hispánica,
que abarca casi toda la época virreinal, a partir 1542, con el sometimiento
del Imperio Inca y la creación del Virreinato del Perú. El último de
aquellos capítulos contempla la repercusión del pensamiento
ilustrado en el Perú dieciochesco o sea antes del ocaso del régimen
virreinal.
Sara Beatriz Guardia plantea en forma nítida la manera en que en
esas centurias de dominación hispánica, una sociedad implantada,
de Antiguo Régimen,
caracterizada por su orden jerárquico, excluyente y patriarcal,
regida por un patrimonio, honor y prestigio que
recaían tan solo en la mujer de la elite,
donde la sumisión y la obediencia tendieron a vigorizar la imagen de
mujer sometida al varón, destinada a una vida de recogimiento,
conventual o de matrimonio; mujeres que no tuvieron la posibilidad
de lograr los atributos para acceder a la vida pública y,
consecuentemente, a la condición de sujeto histórico y político.
Ciertamente, para las mujeres de los otros sectores de la sociedad,
que tuvieron otro tipo de exclusión, las virtudes exaltadas por la
elite no tenían sentido y tampoco el mismo significado. A propósito,
en la obra se destaca la alianza que establecieron los
conquistadores con las mujeres de elite Inca, circunstancia que
lleva a reflexionar sobre la relación sexual violenta a la que
sometieron el resto de la población indígena femenina.
En aquel escenario en el que se conjugaban y apoyaban los intereses
temporal y espiritual, la autora visibiliza magistralmente el rol de
mujeres fundadoras de conventos, instituciones de recogimiento, Casa
de Salud o farmacia gratuita para mujeres pobres, hospital y la
asistencia de niñas a colegios para pobres, escuelas de misericordia
y escuelas particulares, instituciones cuya creación responde a las
ideas ilustradas que pululaban en el ambiente citadino: surge la
preocupación por la educación de las niñas, la que consistía en
aprender a leer, escribir y algunas labores y destrezas;
aprendizajes beneficiosos en su rol de futuras esposas y madres.
Asimismo, la autora saca del oscurantismo el papel destacado que,
como escritoras devotas, tuvieron las monjas en su enclaustramiento,
durante los siglos XVII y XVIII y también el de algunas mujeres de
la aristocracia peruana.
En otro capítulo, Sara Beatriz Guardia examina la participación de
las mujeres en levantamientos sociales, reclamando una serie de
derechos, y dedica un extenso y completo capítulo a Micaela
Bastidas, valiente e indomable mujer, amante arrojada de la
libertad, compañera fiel de Tupac Amaru y a la insurrección de 1780,
en la que además, revela la destacada participación de cacicas y
caudillas, Finaliza el periodo de dominación hispánica con el
impacto de la ideas ilustradas en el despertar de la vida
intelectual de la sociedad peruana de últimas décadas del siglo
XVIII que tuvo entre sus manifestaciones los escritos periodísticos
dedicados a la vida de la mujer, a su feminidad.
En los cinco capítulos siguientes, Sara Beatriz Guardia se ocupa de
develar la presencia de la mujer en la difícil etapa de la
incipiente y endeble existencia republicana, desde el convulsionado
periodo independentista hasta las últimas décadas del siglo XIX. En
esa primera etapa enfoca entre la heroínas peruanas y de América
Latina, a la coterránea María Parado de Bellido, a Juana Azurduy,
combatiente del Alto Perú; a la ecuatoriana Rosa Campusano
luchadoras por las causa patriota. También entre las batalladoras
por la independencia dedica páginas a Manuela Sáenz y destaca la
figura de Francisca Subyaga Bernales de Gamarra, reconocida como La
Mariscala y los escritos de Flora Tristán, mujer de prosapia
peruana, nacida en París, a quien reconoce como una de las
fundadoras del feminismo moderno y precursora en las
reivindicaciones femeninas del movimiento obrero.
Del mismo modo resalta en este periodo la inquietud por la educación
que mantuvo la vocación de reforzar el tradicional papel de esposa y
madre. En la obra destellan mujeres en la literatura peruana,
quienes afloran como directoras de revistas y escritoras con
artículos diversos y publicaciones dedicadas a la educación
femenina, al reclamo del derecho a compartir la educación que se
brindaba al hombre y a una justa remuneración, posturas que
enfrentaban a los poderosos sectores retrógrados de la sociedad
peruana de entonces. También en la obra resplandecen las creadoras
de clubes literarios, un verdadero despertar de las mujeres al mundo
intelectual, exclusividad de los hombres. Finalmente, Sara Beatriz
Guardia, cierra la vida republicana con la participación valiente de
las mujeres en la Guerra del Pacífico que desafió el Perú con Chile
y la revolución democrática de 1895; algunas distinguidas, mientras
muchas del común, compañeras de los maridos, compartieron las
vicisitudes de las guerra y, también, la muerte.
Los últimos siete capítulos, los aborda Sara Beatriz Guardia en el
contexto de un Perú que se recuperaba de la Guerra del Pacífico y
enfrentaba la pérdida del salitre; un país con una producción de
azúcar, algodón y minera que concurría a los mercados
internacionales, en el cual se iniciaba un pausado proceso de
industrialización que motivó el surgimiento de una clase obrera y,
consecuentemente, reclamos de derechos laborales, protestas y
huelgas; escenario en el que emergen los primeros grupos femeninos
que luchan aguerridamente por los derechos de las mujeres obreras.
En 1914, la autora, hace presente la creación de Evolución Femenina,
primera organización feminista peruana, compuesta principalmente por
mujeres de clase media que tuvo como objetivos el lograr la
incorporación al trabajo y conquistar la igualdad jurídica, lo que
de acuerdo a Sara Beatriz Guardia, motivó el debate sobre la
emancipación de la mujer, el derecho al voto, la educación y el
acceso a cargos públicos. Asimismo, expone que través de algunas
actividades, Evolución Femenina, creo una Escuela-Taller Moral y
Trabajo para capacitar las mujeres y, luego, la de Enfermeras.
Además, registra la lucha de ese organismo por la participación de
las mujeres en las Sociedades de Beneficencia. Además, distingue la
nueva organización de mujeres, “Feminismo Peruano”, fundado en 1924
y el lucimiento de varias escritoras peruanas en un medio controlado
por las veces masculinas.
Entre 1917 y 1920, muestra a Miguelina Acosta y a Dora Mayer,
dirigentes de “La Crítica”, periódico del anarcosindicalismo, donde
se publicaban artículos relacionados con las pretensiones de las
mujeres obreras y sobre la crisis económica experimentada a causa de
la Primera Guerra Mundial.
Un interesante capítulo es dedicado a uno de los más importantes
pensadores peruanos: José Carlos Mariátegui, a la significación de
su valiosa obra escrita, su visión femenina, particularmente en el
periodo que él denomina “Edad de Piedra” que contrasta con la que
tuvo posteriormente, en los años veinte, periodo en que fundó la
revista Amauta, en la que plasmó su postura ideológica ante la
problemática del país.
Finalmente la obra de Sara Beatriz Guardia se cierra con tres
artículos que plantean: “Cambiar los paradigmas”, “Democracia.
También para las mujeres”, y el último, Historia de las mujeres”, en
el cual estremece el significado de la Historia de las mujeres con
la inquietud de que queda un largo camino por recorrer. Ellos, y el
resto del texto reseñado, insinúan un universo de interrogantes e
innumerables hipótesis.
Mucho he abreviado en la reseña de esta extensa obra, que con una
extraordinaria información y una delicada mirada femenina de
investigadora acuciosa, con perspectiva de género como factor
esencial en la reconstrucción de los procesos históricos de su país,
concretó Sara Beatriz Guardia en: Mujeres peruanas. El otro lado
de la historia. Obra única al trabajar un espacio de tiempo de
larga duración, desde ese rico mundo prehispánico hasta la
actualidad: En ella y como legado a la posteridad, las mujeres son y
no dejarán de ser, objetos y sujetos de la historia peruana. Sin
lugar a dudas, maravilloso aporte a la historiografía femenina y a
la historiografía latinoamericana.
Es maravillosa la posibilidad de encontrar en un libro como este
descrita la vida y la tarea impostergable de las mujeres peruanas…
además del legado histórico que da vueltas en los ojos del tiempo….
Manuel Lasso
Escritor peruano
La quinta edición del libro de Sara Beatriz Guardia, Mujeres
peruanas. El otro lado de la historia (2013), constituye un
valioso aporte a la investigación social. Ha volteado la historia
habitual para mostrarnos en el perfil anverso la situación de la
mujer en las sociedades peruanas durante los últimos cinco siglos.
Va desde la arqueología y las primeras crónicas y otros documentos
que demuestran la evolución de la condición de la mujer hasta las
contribuciones del mariateguismo y el ahínco del feminismo por
lograr el lugar justo que le corresponde dentro de la realidad
peruana.
En todos los pueblos precolombinos se encuentra enterrada la
grandeza de las civilizaciones americanas. Sara Beatriz Guardia nos
la ilumina y así podemos comprender la verdadera importancia de
estos pueblos nativos del continente americano y sus contribuciones
al resto del mundo.
Con una prosa agradable y fluida, que respalda con un gran
conocimiento de la arqueología y la sociología del Perú de todas las
épocas, nos hace importantes descripciones. Es el uso del talento
literario para describir el pasado con rigor científico. La
capacidad narrativa de Sara Beatriz Guardia nos permite enterarnos
de los últimos descubrimientos hechos por los arqueólogos modernos
sobre la identidad y privilegios de la Señora de Cao, la Sacerdotisa
de San José Moro y la Venus de Nazca, mujeres milenarias que en su
tiempo ostentaron poder. Se concentran en esta obra la artista de la
pluma y la incansable trabajadora de la investigación científica.
En los primeros capítulos nos describe la condición de la mujer
desde el período neolítico y la identificación simbólica de la mujer
con la naturaleza; tierra generadora y madre engendradora.
Indudablemente, la mujer ha hecho más de lo que se cree que ha sido
capaz de hacer.
Con la conquista se inició la tragedia de la población originaria de
América. Los conquistadores con la protección de las armas y los
dictámenes reales; y también los sacerdotes católicos - incapaces de
ser fieles a sus votos de celibato - abusaron y violaron a las
mujeres indígenas. Durante tres siglos el terror que padeció la
población oriunda fue de pesadilla. El poder omnisciente del
vencedor refrendado por la fuerza represiva de la espada y del
falconete causó pánico cuya única escapatoria era la muerte. O la
huida hacia las cordilleras andinas para organizar una rebelión que
demoró dos siglos y medio en hacerse realidad.
La religión cristiana en el Nuevo Mundo no se impuso lenta y
persistentemente como sucedió con los primeros cristianos quienes
tras escuchar las prédicas de San Pablo y leer sus cartas,
insistieron en morir en vez de renunciar a su fe. Por el contrario,
en el Nuevo Continente la religión se impuso por la fuerza, con
amenazas de muerte y la intimidación de la hoguera de la Santa
Inquisición y acto seguido las llamas del infierno. Represiones que
reflejaban una civilización decadente que propugnaba los principios
científicos que convenían al pensamiento de la Iglesia en ese
momento, como la defensa del geocentrismo ptolomeico del sistema
solar o la emisión de la bula Summis Desiderantes, que
impusieron la ejecución de curanderos y caciques y la destrucción de
importantes templos de las naciones americanas.
Durante la Colonia, que siguió un modelo medieval europeo, las
únicas posibilidades de vida para las españolas y criollas eran el
matrimonio o el convento. Si terminaba el matrimonio sólo les
quedaba la Casa de Recogimiento ó la prostitución clandestina.
Durante el virreinato la mujer no tuvo ningún poder y dependió del
hombre por imposición del arcaico pensamiento feudal. Sociedad
segregadora porque creó un apartheid, desde el siglo XVI
hasta comienzos del XIX, en el que cada raza tenía su propio
hospital y su lugar de residencia. La educación, un privilegio de
los varones ibéricos.
Hubo muchos intentos de rebeldía a través de los siglos pero fueron
fallidos. Sara Beatriz Guardia nos demuestra que el más importante
fue el de Túpac Amaru y Micaela Bastidas. Pero el intento fracasó y
fue rápidamente sofocado. Carlos III podía todavía defender la
fuente de su enriquecimiento. En este capítulo, Sara Beatriz Guardia
nos describe con gran lucidez y detalle las acciones y pensamientos
de Micaela Bastidas y la importancia de su participación en la
insurrección contra el régimen borbón y nos demuestra el mérito que
ella tuvo para ser mencionada con plenitud en las páginas de la
historia.
Durante la consolidación de la República no se produjeron cambios
significativos cambios porque el nuevo país criollo mantuvo a la
mujer en las mismas condiciones que existieron en la colonia. Ya no
gobernaba España, pero la mentalidad y las costumbres peninsulares
continuaron. Los nuevos peruanos eran hombres que gobernaron la
nueva república con el pensamiento tradicional. Las posibilidades
para la mujer siguieron siendo las mismas: el matrimonio o el
convento. Gonzáles Prada fue uno de los primeros en preconizar la
necesidad de reivindicar al indio y salvar a las mujeres, procesos
que hasta hoy continúan sin resolución.
La ausencia de la mujer en la historia tradicional es consecuencia
del pensamiento de la civilización occidental de situar a la mujer
como un ser subordinado y sin importancia. Es esta la más importante
contribución de esta obra, demostrar que la mujer tuvo y tiene un
destacado rol en el desarrollo de la historia.
Hay que agregar que este libro tiene una profundidad difícil de
describir plenamente en pocas páginas, por su solidez y dimensión.
Se trata de una extraordinaria obra que debería de estar en todas
las bibliotecas. Es necesario decirlo, si alguien desea conocer la
historia del Perú debe leer la notable producción de Sara Beatriz
Guardia sobre la condición de la mujer como sujeto histórico.
Mujeres peruanas. El otro lado de la
Historia.
Lima: Editorial Minerva, 2002.
Cuarta Edición.
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Prólogo
Michelle Perrot. Profesora Emérita de la Universidad París 7
Co-directora de la Historia de las Mujeres de Occidente
Durante mucho tiempo las mujeres peruanas han estado olvidadas de la historia del Perú, tal como ha sucedido siempre, en todos los países del mundo, y en todas las sociedades.
El silencio que las recubre tiene razones generales y particulares ligadas a su propia situación. En primer lugar, la invisibilidad que la dominación masculina ha impuesto a las mujeres, confinándolas a un espacio privado, dedicadas a la reproducción material y doméstica, algo poco valorizado y no merecedor del discurso.
De allí la debilidad de las huellas dejadas por las mujeres. El limitado interés que han suscitado permitió que no se registraran ni sus hechos, ni sus gestos, ni sus nombres. Afortunadamente, la arqueología y los objetos suplen esta carencia de textos, sugiriendo la presencia de las mujeres en la cultura cotidiana Inca que demanda ser revisada a la luz de las relaciones entre los sexos.
Otra razón del silencio es el poco interés que el discurso histórico, fruto de una mirada dirigida hacia el pasado, ha otorgado a las mujeres. Resulta evidente que la historiografía peruana, nacida de la tradición hispánica, clerical y feudal, ha omitido a las mujeres, sean indias o españolas, de manera diferenciada pero igualmente reducidas al rango de accesorio de los conquistadores.
El hecho mismo de la conquista significó una circunstancia agravante que trastocó el equilibrio existente. Las mujeres indígenas la sufrieron convirtiéndose en las amantes, concubinas, sirvientas y las prostitutas de los vencedores, como señala Sara Beatriz Guardia. El cuerpo de las mujeres fue la frontera sobre la cual el poder se ejerció sin freno. La cultura occidental se apropió de las mujeres indígenas. Pero, ¿Quiénes? ¿Cuáles fueron las mujeres occidentales que protestaron por eso?, Muy pocas sin duda. También ellas oprimidas, establecieron su superioridad y su distinción sobre los hombros de las indias, como en la mayoría de los procesos coloniales. En este contexto, ¿la religión aportó un freno ó una justificación suplementaria a esta dominación?.
¿Cómo ha transformado este proceso la relación entre los sexos?. Y al interior de cada sexo, ¿cómo se establecieron las relaciones de un poder que todos sabemos bien se distribuye de manera sutil y perversa entre las diversas instancias de un sistema?. Una experiencia tan dolorosa como es la colonización, es necesario e importante releerla a la luz del género, situando las preguntas de sus efectos sobre la diferencia de sexos, de una parte a otra de la frontera étnica.
Así mismo, es necesaria una relectura de la independencia nacional y de la lucha por la liberación. ¿Cuál ha sido la participación de las mujeres y de qué mujeres?. Auxiliares habituales en este tipo de combate, fueron también olvidadas cuando los acontecimientos llegaron a su fin. Se celebra a los héroes, jamás a sus compañeras, la mayoría de las veces excluidas de utilizar las armas. ¿Qué nos dicen las crónicas? ¿Qué ocultan los archivos? ¿Mencionan a las mujeres en grupos o como personas?
En la formación de los Estados-Naciones, las mujeres se independizaron, lentamente, difícilmente, por efecto de la modernización que necesitaba de mujeres más instruidas y activas. ¿Qué sucedió en el Perú? ¿Cómo operó la educación, la instrucción de las mujeres, su lenta conquista sin duda inacabada, sus conocimientos y profesiones?. ¿Cuál fue el papel que jugó la Iglesia y el Estado? ¿Cómo fue el proceso de su incorporación al trabajo? ¿Cuál ha sido, sobre todo, el rol de las mismas mujeres?. ¿Y de las mujeres excepcionales que se apropiaron del saber, refutando los roles tradicionales y osando penetrar en nuevos espacios donde era más conveniente escribir la biografía? ¿Movimientos colectivos, de asociaciones, de sindicatos, de ligas, de peticiones, de manifestaciones? ¿Cuál es el rostro del feminismo en el Perú y cuál ha sido su papel en el proceso de interacción de lucha por el cambio?. ¿Este feminismo contó como aliados a los hombres progresistas, demócratas, y del movimiento obrero?. ¿Los conservadores quizá intentaron seducir a las mujeres adulándolas en sus roles tradicionales?. Esta es la historia política y social del Perú contemporáneo que demanda una relectura sexuada.
A estas preguntas, y todavía a otras, se encontrará la respuesta en la cuarta edición del libro de Sara Beatriz Guardia: signo de su éxito, signo del interés que suscita actualmente la historia de las mujeres. Historia que se logrará, porque es un signo de la constitución de las mujeres como sujetos, de la toma de conciencia de ellas mismas como individuos y como género, en toda su diversidad, social, étnica, y del mestizaje que esperamos esté presente y que signifique un ejemplo que las mujeres den al mundo.
Sara Beatriz Guardia, me ha hecho un gran honor solicitándome algunas líneas para esta nueva edición. Las escribo con humildad, solidaridad y amistad.
Índice
I La mujer en las culturas del Antiguo Perú
¿Débiles e indefensas desde siempre?
La Venus de Frías.
En las Tumbas Reales.
La sacerdotisa de San José de Moro.
Una deidad protectora del maíz.
II La mujer en el Imperio de los Incas
Mama Wako: hermosísima y deshonesta.
La Coya, reina hija de la Luna.
Sacerdotisas del Sol y tejedoras del Imperio.
Las mujeres del pueblo.
La diosa, madre universal.
Engendrado por el Sol y una mujer salvaje.
III La conquista.
¿Un drama solo de hombres?
La violencia, factor sustancial e intrínseco de la conquista.
Señor Manco Inca: si ella es para mí, déseme luego, porque ya no lo puedo sufrir.
La conversión de los infieles.
IV Mujer: Sociedad y cultura en el Perú Virreinal
¿Una educación para las mujeres?
Despertar de la vida intelectual en la segunda mitad del siglo XVIII.
La familia colonial.
V La lucha por la independencia
Resistencia y defensa.
La sublevación de Tupac Amaru y Micaela Bastidas.
Las cartas de la revolución.
La derrota.
Cacicas y caudillas.
La Independencia.
VI Las ilustradas de la República
La educación de las mujeres en la República.
La democracia: una visión de género.
Las mujeres se organizan.
Las mujeres en la Guerra del Pacífico.
Las ilustradas.
Transgresoras y perseguidas.
VII Reivindicaciones del siglo XX
Las mujeres se sindicalizan.
La vertiente feminista.
Un discurso de la época.
La década del veinte.
Las mujeres de Amauta.
1930-1960.
VIII Cambiar los paradigmas
Feminismo.
Feminismo en el Perú.
Ciudadanía, Derechos y Representación Política: Hacia un nuevo contrato de género.
IX Historia de las mujeres
La historia: un derecho conquistado.
Historiografía de las mujeres..
Desafíos teóricos y metodológicos.
Historia de las mujeres peruanas.
Bibliografía
Mujeres peruanas. El otro lado de la
Historia.
Lima: Editorial Minerva, 2002.
Cuarta Edición.
Prologo 3ra edición.
Pablo Macera
Director Fundador del Seminario de Historia Rural Andina.
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima-Perú.
En toda
historia siempre hay un "otro lado", un lado oscuro que sólo puede
ser iluminado por quienes han sido sus protagonistas. ¿Qué ocurrió
con la mujer en el Perú desde las primeras ocupaciones peruanas
hasta hoy?. ¿Cuándo, a su vez y quienes fueron los precursores de
una liberación, todavía en marcha?. Responder a cada una de esas
preguntas implica reescribir la historia desde una alternativa
contestataria. Es lo que en este libro ha hecho Sara Beatriz Guardia
ampliando esta vez las ediciones anteriores (1985,1986).
Pocas
veces el rigor de la erudición puede ser aliviado por la agilidad
narrativa. Sin duda que Sara Beatriz lo consigue gracias a su
riquísima experiencia como periodista y analista internacional.
Corresponsal de diferentes publicaciones periódicas (Suecia, México,
Argelia) ha participado en certámenes dedicados al rol de las
mujeres en las sociedades contemporáneas (Moscú, México); pero sobre
todo ha realizado una secreta labor de investigación y meditación,
con disciplina, con sentido creativo, con abierto compromiso en la
defensa de su propio género.
Los
esotéricos aseguran hoy que la era del Acuario dominante en el siglo
XXI será un siglo femenino. La propia historia universal parecería
confirmar estas anticipaciones. La mujer y lo femenino fueron los
personajes principales del neolítico que estuvieron asociados mucho
más que el hombre a la domesticación de las plantas y los animales
que exigen acciones de amor (opuestas a la cacería) y para las
cuales las mujeres tenían, por razón de maternidad, un entrenamiento
y disposición psicobiológico. La revolución neolítica como
revolución femenina fue usurpada por el hombre y lo masculino cuando
tuvieron que ser privilegiados los sistemas militares defensivos y
cuando los centauros (jinetes) de Eufrasia impusieron un desbalance
táctico-estratégico contra las ciudades campesinas.
Hoy nos
encontramos ante una coyuntura comparable. La tercera revolución
industrial, ya en sus comienzos, es una revolución suave, de
software; que para su propio cumplimiento tecnológico excluye todo
el complejo hardware que ha caracterizado a las dos primeras
revoluciones industriales desde el siglo XVIII hasta la segunda
mitad del siglo XX.
Necesariamente esta revolución suave (no débil) exigiría nuevas
formaciones políticas. Los ejemplos precursores de mujeres
gobernantes (Israel, India, Pakistán, Inglaterra) es muy probable
que se multipliquen en el futuro. Entre otras razones porque los
hombres registran una fatiga de poder que no viene a ser sino la
internalización subjetiva de su fracaso objetivo al crear un mundo
de masculinidad excluyente en lo económico, tecnológico, social y
político. Esto no quiere decir que el hombre cede o regala su puesto
a la mujer; no es una emancipación - que el dueño concede al esclavo
o al menor de edad -; es una independencia que la mujer conquista
porque sus postulaciones coinciden con las necesidades objetivas de
la coyuntura histórica. En esta perspectiva poco importa que haya
desviaciones y exageraciones desde el lado femenino. En cualquier
caso es conveniencia de todos hacia el futuro de favorecer esa
transacción. En 1978-80 propuse a diferentes candidatos peruanos a
las jornadas electorales de ese período, que promulgaran una ley por
la cual en todas las listas electorales (municipales,
parlamentarias) y en los principales puestos de gobierno hubiese una
cuota obligatoria de 50% de representación femenina no sólo en las
postulaciones sino en las nominaciones finales y definitivas.
No
falta ante esa perspectiva quienes, medio en broma, medio en serio
aseguran que el acceso de las mujeres al poder significará un
trasvase -desde la población masculina hacia la femenina- de todas
las afecciones tensionales (coronarias, úlceras). Posiblemente sea
todo lo contrario. Lo que ocurre es que nuestras sociedades han
sido constituidas en si mismas por nosotros los hombres como
sociedades tensionales y ulcerógenas; lo que esperamos de las
mujeres es la elaboración de una nuevo sistema de relaciones humanas
con características uterinas, secretas y maternales; lo cual contra
lo que creen algunos hombres, exige disciplina y hasta dureza
heroica cuando es necesario.
Quien
lea este libro de Sara Beatriz Guardia quedará confortado pues
demuestra que el Perú tiene respecto a las sociedades futuras una
sólida tradición feminista muy antigua y diversificada. Sara Beatriz
Guardia lo ha puesto en evidencia a través de una investigación
cuidadosa de las fuentes históricas básicas: desde los trabajos
arqueológicos hasta las crónicas del siglo XVI o la numerosa
bibliografía republicana. Sin dejarse perder por la erudición, este
libro mantiene así el rigor científico en todos sus capítulos. Lo
hace, además con amenidad y elegancia sin entorpecer la lectura con
cuestiones menores.
Si en
verdad queremos un futuro que en nada se parezca a lo que hemos
vivido en términos personales o a la mayor parte de nuestro registro
histórico, deberíamos asumir todos nosotros, hombres y mujeres, esta
tradición feminista de lucha en el Perú por la autorealización del
género y la generalización de esa nueva liberación. El libro de Sara
Beatriz Guardia abre rutas en esa dirección.